Me gustaría abandonarla y huir lejos, ahora que aún es pronto y mi nombre no se ha empezado a difundir, pero no puedo; los laberintos hormigueantes de las calles antiguas serpean interminablemente desde olvidados patios y plazas hasta desembocar en los valles que, con sus salvajes y lujuriosas masas boscosas, dan cobijo entre sus árboles primarios a ejercitos enteros de espíritus elementales. Las piedras caídas de las granjas abandonadas se erigen como testigos silenciosos de las atrocidades sufridas por las infortunadas almas que pensaron, en su necedad, poder escapar.
Esta ciudad se ha convertido en mi prisión y, tarde o temprano, ellos darán conmigo, incluso aunque me oculte en los recónditos pasadizos de la Universidad Miskatonic, que en otros tiempos me resultaban tan seguros, cuando desconocía los ímpios horrores cósmicos que deambulan por sus oscuras galerías.
Así que, antes de que mis huesos se amontonen sobre los mohosos ataúdes del cementerio de la Iglesia, les revelaré todos los secretos que pueda recordar, sin desfigurar ni añadir nada, y si algo les resulta vago, se debe unicamente a la confusa naturaleza de las fatalidades que han caido sobre mi...
"La emoción más antigua y más intensa de la humanidad es el miedo, y más antiguo y más intenso de todos los miedos es el miedo a lo desconocido" Howard Philips Lovecraft.
Así que, antes de que mis huesos se amontonen sobre los mohosos ataúdes del cementerio de la Iglesia, les revelaré todos los secretos que pueda recordar, sin desfigurar ni añadir nada, y si algo les resulta vago, se debe unicamente a la confusa naturaleza de las fatalidades que han caido sobre mi...
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